Male te cuida
¡Hola! Soy Malena
El 10 de febrero del 2003 mi vida cambió por completo.
La de mi mamá y la de mis seres queridos, también!
Con tan sólo 19 años sufrí un Ataque Cerebrovascular (ACV) que me dejó en coma durante 16 días.
¿A quién se le iba a ocurrir que, siendo tan joven y sana, podría estar en riesgo de morir de la noche a la mañana? Debo habérmelo preguntado millones de veces: “¿por qué a mí?, pero ya no pienso más en eso. Será que después de más de 20 años de aquella noche terrible, me di cuenta de que hoy tengo muchísimos más motivos para sonreír que para lamentar. Durante todo este tiempo, aprendí a buscar el lado positivo de las cosas y a confiar en que, con esfuerzo, todo puede mejorar. Hoy, con 41 años, quiero mostrarles que hay mucho para ayudar a prevenir el ACV y detectarlo a tiempo.
...después de 20 años de aquella noche terrible... me di cuenta de que hoy tengo muchísimos más motivos para sonreír que para lamentar. Durante todo este tiempo, aprendí a buscar el lado positivo de las cosas y a confiar en que, con esfuerzo, todo puede mejorar."
Revista Male te cuida / Talleres presenciales y virtuales
El Programa de Prevención y Concientización del Ataque Cerebrovascular (ACV): Male te cuida fue inspirado en la historia de Sophia Tabors.
¿Quién es Sophia Tabors?
Es una nena estadounidense que cuando tenía, tan sólo, 10 años le salvó la vida a su abuelo por reconocer los síntomas del Accidente Cerebrovascular (ACV). En el 2010, uno de sus abuelos sufrió un ACV y a ella le interesó tanto el tema que hizo un trabajo sobre el ACV para la feria de ciencias de la escuela. Ahí ella se ganó el segundo premio pero en realidad, el mejor premio llegó dos meses después cuando su otro abuelo sufrió un ACV. Sophia cuenta que un día estaba en el supermercado con su mamá y su abuelo, cuando, de repente a él se le cayó una bolsa de manzanas. Sophia le preguntó a su abuelo si estaba bien y él intentó contestarle, pero no se le entendía lo que decía y un lado de su cara estaba como “caída”. Gracias al trabajo que había hecho para la escuela, ella supo que su abuelo estaba sufriendo un ACV antes que nadie y le dijo a su mamá que llamara urgente al servicio de emergencias.
Esta nena, con tan sólo 10 años, le salvó la vida a su abuelo, por identificar los síntomas del ACV y actuar con tanta rapidez. Entonces pensé, si esto pasa en Estados Unidos, ¿podría pasar esto en Argentina? ¡Tenemos una gran tarea por delante!